jueves, 30 de abril de 2009

Preparando una ensalada y una macedonia


En esta entrada contaré como realicé dos tablas de trabajo, una de preparación de una ensalada y otra de una macedonia de frutas así como la presentación de ambas. Para quien se anime.

Para ello utilicé:
-Madera de balsa de 2mm o similar.
-Menaje donde se van a presentar los alimentos como platos, cuencos, bandejas... y un cuchillo.
-Cúter, pinzas, lija, barniz y pegamento de contacto.


Corté dos pequeños rectángulos de madera de balsa de 2,5 x 3,5 cm que barnicé (si quieres un acabado más rústico de la tabla de trabajo puedes no barnizarla y pasarle sólo un poco de lija muy fina. Yo además, redondeé un poco las esquinas con una lija, para que no quedara tan cuadrada).



Para los alimentos, utilicé productos de Angie Scarr Miniatures . Ofrece productos terminados (como la lechuga, el corazón de manzana o los plátanos que me parecen extraordinarios) y también kits. Tiene barras de fimo de distintas frutas y verduras para cortar en rodajas que incluye además un cúter. También se pueden conseguir las rodajas ya cortadas en bolsas, pero es más caro y tiene menos variedad. Lo ideal es hacerlas uno mismo, pero el fimo es una asignatura que tengo pendiente.

Con la ayuda de una pinza se van pegando los distintos elementos en la tabla, detrás los más grandes y delante los mas pequeños, y el cuchillo. También se pegan las frutas o verduras en los platos.


Ya tienes tu ensalada o macedonia y su presentación. Colócalo sobre la mesa de cocina de tu casita y ponle cerca un paño de cocina algo desaliñado. Tu cocina parecerá más auténtica.

Representar una tarea cotidiana da más vida a una escena.






martes, 21 de abril de 2009

Tuneando una librería

Cuando recuperaba una casa de muñecas vieja de una amiga, encontramos que tenía algunos muebles que se habían realizado específicamente para esa casita. Eran muebles muy básicos hechos para que las niñas que disfrutaban de la casa jugaran con ellos.
De todos esos muebles decidimos recuperar una librería. Dado su tamaño, tenía un sitio exacto en el salón de la casita recuperada, en la que por sus dimensiones era difícil que pudiéramos adaptarle muebles de medidas estándar. (En una posterior entrada contaré el proceso de recuperación de esa casita).

De líneas sencillas, sólo se había barnizado y añadido una trasera de cartón.

Empezamos por quitarle el cartón trasero y aplicarle decapante para eliminar el barniz. Una vez que estuvo bien seco, se lijó para eliminar los posibles restos de decapante, y así permitir una mejor adherencia de la pintura que aplicásemos posteriormente.

Con la ayuda de una pequeña sierra cortamos la parte sobresaliente de los laterales sobre el último estante. Además le añadimos una cornisa para darle un aspecto más robusto al mueble.






Para dar la apariencia de que la madera ha sido trabajada, tanto en los laterales como en el frente principal hemos añadido unas filigranas, las cuales después de sobrepintadas darán al mueble el aspecto de estar labrado.



Finalmente lo pintamos de color marfil, adecuado a los tonos de la habitación que lo albergará, y por último lo decoramos con los objetos que más nos gusten.





"Unas maderitas de deshecho se han convertido en una preciosa estantería"