sábado, 9 de abril de 2011

Martha's Pub

Hace ya más de 10 años, cuando decidí darme un descanso con mi enorme casa victoriana, me planteé hacer algo más pequeño como una escena o una tienda. Encontré un kit de Barbara Graham y construí el típico pub inglés como los que tanto me gustaban, esos que son atemporales, y que mantienen el mismo aspecto hoy que en el siglo XIX.



Los pubs en Gran Bretaña son un punto de encuentro importante y no sólo un lugar para comer y beber. Son sitios para estar tranquilos y charlar, y también para protegerse del mal tiempo. Su decoración suele guardar el sabor y sobriedad de la cultura inglesa. Muebles de madera labrada, techos recargados y moquetas lustrosas que hacen la estancia agradable e invitan a la conversación. Para recrear ese ambiente antiguo e íntimo, busqué un papel victoriano, una moqueta oscura y añadí paneles de madera a la pared, así como zócalos y cornisas también de madera oscura.



Sobre sus paredes cuelgan láminas de golf. Parece ser un lugar frecuentado por aficionados a este deporte, pues cerca de la entrada descansa una bolsa con sus palos. (de Gómez Panizo en una Feria de Madrid). Completan la decoración del local, un perchero de estilo Thonet (Drap), un espejo que realicé con un pintalabios y unas molduras, una diana y el paragüero (que encontré en Puck.).




Aunque un pub sirve distintas bebidas, su prestigio se mide por la selección y calidad de las cervezas que pueda ofrecer. La vitrina está llena de botellas de licores y otras bebidas y en la barra no podía faltar el grifo y jarras de cerveza así como algunos utensilios para servir las bebidas y comida.















Hay pocas mesas, donde los clientes se sientan para charlar tranquilamente mientras toman un gin-tonic o fuman. O quizá para tomar un reparador té después de unas cansadas compras ( la bolsa de compras es de una tiendecita de miniaturas que existía en Covent Garden). O simplemente hacer una parada para la comida.



Y lo más importante de todo establecimiento; el camarero que lo atiende, que es auténticamente inglés, pues vino desde Londres; de “Singing Tree” una encantadora tienda de miniaturas que ya ha cerrado.