martes, 23 de junio de 2009

Con un poco de hilo y cintas de organdí.


Cómo confeccionar borlones con hilo de bordar de colores. Borlones que podemos usar para colocar en las puertas, en los tiradores de los muebles o como adornos y remates de manteles o caminos de mesa que haremos con cintas de organdí.





Para los borlones necesitaremos:


- Hilo de diferentes colores,

-Cuentas y abalorios también de colores,

- aguja y tijeras.




Para los camino de mesa:


-Cintas de organdí de los colores elegidos.

-Marcadores o rotuladores finos color plata y dorado,

- Pegamento y una regla.





Para los borlones se cortan hebras de hilo en el color deseado de 3 o 4 cm aproximadamente. Se doblan y se atan por el centro dejando una especie de aro de hilo que luego nos servirá para colgarlo o pegarlo dejando el nudo y la hebra sobrante hacia abajo para añadirla a las otras. Con la ayuda de una aguja se enhebra en una cuenta o abalorio dejando un poco de hilo en el extremo de la cuenta a modo de cabeza del borlón.


Podemos también formar la cabeza del borlón sin necesidad de utilizar bolitas, simplemente usando una hebra del mismo hilo y atando fuertemente la parte doblada de los hilos. Finalmente con una tijeras se cortan para igualar y dejar el tamaño adecuado.















Para los caminos de mesa cortaremos las cintas por los extremos en forma de pico. Para que no se deshilache se pasa por las zonas cortadas una fina capa de pegamento de contacto transparente. Con marcadores dorados o plateados y la ayuda de una regla pintaremos líneas o grecas a medio centímetro del exterior, (poner alguna protección debajo pues en el organdí traspasa la tinta de los marcadores y se puede manchar la zona donde se esté apoyando las cintas). Remataremos los caminos de mesa con los borlones que realizamos anteriormente.







domingo, 14 de junio de 2009

Dulcería "La Golosita"

En un principio tenía la idea de publicar las entradas en el mismo orden en que realicé las escenas y casitas que muestro. El caso es que hice otros trabajos antes de la pastelería "La Golosita" (2000), pero me ronda la idea de redecorarla y quiero que la conozcan tal y como la ideé en su momento antes de modificarla.

La estructura la realicé con tableros de conglomerado mucho más ligero que el DM y la dividí en dos zonas, la de elaboración de dulces y la de venta de los mismos. Al frente le adosé un listón a modo de acera, una ventana y una puerta -escaparate, al que añadí en la parte interior unos estantes para mostrar los dulces y que se vieran desde fuera.


El exterior está pintado en amarillo y gris que combiné con los ladrillos de la acera. Para las maderas mezclé el color natural de la misma con algunos detalles pintados en rojo inglés; un color oscuro que me permitiera utilizar transferibles dorados para el letrero. También utilicé esos transferibles para rotular los cristales del escaparate. Completé la fachada con un farol, un arbolito y un triciclo.


En el interior se diferencian bien las dos zonas. En la de trabajo, suelo y paredes básicas, muebles sencillos, sin cornisas ni otros adornos. La otra, más rica, tanto en los materiales como en la decoración. Empecé por decorar el techo con cromos de angelote y molduras de yeso, además de unas cornisas labradas. El suelo lo diseñe yo y lo realicé con piezas de R. Agulló (http://www.agullomaderas.com/) que corté, pegué, lijé y finalmente barnicé.

Luego me dediqué a buscar muebles adecuados, sobre todo vitrinas que permitieran ver los diferentes tipos de tartas y dulces que se venden en "La Golosita". Además una ménsula y una mesita sostenidas por sendos angelotes, una butaca y algunos utensilios que rememoran despachos de dulces de otros tiempos; una pala de hierro, una caja registradora y una pesa antiguas. Por último unas porcelanas chinas y algunos carteles publicitarios.


Ya sólo faltaba ir aprovisionándome de los diferentes productos necesarios: tartas, dulces, golosinas, caramelos, chocolatinas, galletas, panes..., algunos que fui encontrando, otros, regalos que me hicieron. Al final un buen surtido de productos propios de una buena dulcería.





Algunas piezas tienen mi toque personal, como la caja de bombones Quality Street que rellené con trocitos de palillos envueltos en papel de platina de colores y papel de celofán (tuve que comerme más de un bombón para conseguir los papeles). Los chupetes (piruletas) del bote de cristal están hechos con alfileres de colores.


Los golosos podrán satisfacer sus apetitos en esta fantástica dulcería, fundada casualmente en el mismo año que nació una de mis hijas, 1992.